Tras eliminar a Peyton Manning y Tom Brady, los Jets enfrentarán a Ben Roethlisberger, el mariscal más grande de todos. Literalmente.
"Es duro, nunca pierde la cabeza, es un gran jugador, pero creo que más encarna el temperamento de un ganador", dijo Trevor Pryce, el veterano defensa que jugó tres partidos con los Ravens antes de fichar con los Jets. "Rex [Ryan] le tiene el mayor respeto. Nos lo dijo muchas veces en Baltimore y se los dirá también a los muchachos aquí".
Roethlisberger es más grande y quizá hasta más fuerte que un oso. Mide 6 pies 5 pulgadas, pesa 241 libras y lo llaman Big Ben *o *Ben el grande. Presenta un reto tanto mental como físico, con un juego distinto a los de Manning y Brady.
Contra Manning en la primera ronda, Ryan y el coordinador defensivo Mike Pettine decidieron jugar ajedrez, cambiando sus esquemas para minimizar el número de las cargas y jugar atrás, táctica que forzó a los Colts a correr más con el balón, 27 veces en total, comparado con 26 lanzamientos.
Contra Brady en la segunda ronda, los Jets también jugaron atrás, pero cambiaron las posiciones de algunos jugadores en la línea defensiva para confundir a los Patriots y fomentar mayor presión sobre el mariscal. Los Jets hostigaron y confundieron a Brady, sumando cinco capturas e interceptando un tiro.
Pero Roethlisberger cambia la mentalidad de la ofensiva de los Steelers sencillamente porque es enorme y le encanta el juego rudo.
"Tom Brady prefiere no moverse en el bolsillo de protección y evitar los golpes. Ben Roethlisberger busca el contacto", afirmó Pryce. "Es una mentalidad totalmente distinta, la de un hombre fuerte y duro".
Los Jets ficharon a Pryce, un veterano de 35 años de edad, el 29 de septiembre para fortalecer la línea defensiva y agregar a un jugador que sabe aplicarle presión al mariscal y jugar en partidos grandes. Ésta será su quinta final de la conferencia Americana, su cuarta contra los Steelers.
"Tienes que cuidarte contra el juego de corredores. Tienen a un gran corredor [Rashard Mendenhall] y también al ala Hines Ward, que ha jugado durante mucho tiempo a un elevado nivel. Son retos y partidos que quieres porque no suceden todos los días", dijo Pryce.
"Y jugar contra un club con tanto historial, en esta etapa del juego, en este momento de mi vida, y para los Jets llegar a la final de la conferencia Americana en dos años consecutivos con un técnico nuevo y un mariscal de segundo año es todo bastante especial", agregó Pryce.
Mientras los Steelers disfrutarán de la ventaja de casa, tienen una marca de 1-2 en finales de conferencia celebrados en el Heinz Field. Mientras tanto, los Jets buscarán su quinta victoria fuera de casa en dos postemporadas en la misma cancha donde ganaron su partido más impresionante de la Liga. Triunfaron por 22-17 el 19 de diciembre porque la defensa le negó a *Big Ben *un touchdown después de que llevó a los Steelers a la yarda 10 de Nueva York restando 10 segundos. Roethlisberger completó 23 de 44 tiros para 264 yardas y un touchdown, pero con el partido en duda, falló en sus últimos dos lanzamientos a la zona de anotaciones.
"Los equipos de casa en las finales de conferencias suelen flaquear bajo presión, porque además de la autopresión que ellos mismos se imponen, sienten las expectativas de los 90,000 espectadores en el estadio, de toda su afición, y puede ser demasiado para superar", dijo Pryce. "Si comienzas abajo en el marcador, todo el estadio comenzará a pensar: 'Señor mío, vamos a perder'. Y pierdes. Mientras tantos, el equipo visitante tiene solo a 56 tipos. Así que la presión está sobre ellos, no sobre nosotros".
Aunque los Jets cazaron a Roethlisberger tres veces, los Steelers dominaron en las estadísticas ofensivas: 378 yardas a 276 y 72 jugadas a 57. La agilidad y fuerza física de Big Ben le permitió extender las jugadas rotas, y gracias en parte a eso, los Steelers convirtieron 11 de 17 jugadas de tercer intento (65 por ciento).
"La única manera que te puedes preparar para *Big Ben *es traerlo aquí y dejar que dirija el equipo de práctica", dijo Pryce. "Sabe correr con el balón y es tan grande como cualquier tackle izquierdo. Soy un grandulón y han sido muchas las veces que he intentado derribarlo sin éxito".
Será un verdadero encuentro de gigantes, el 16.º partido de postemporada de Pryce, quien ganó dos Súper Bowls con Denver al inicio de su carrera. Los Steelers le negaron dos veces la oportunidad de jugar en un tercer Súper Bowl, incluso en el 2008 cuando derrotaron a los Ravens por 23-14.
"Queremos ver hasta dónde podemos llegar y dónde termina el camino", dijo Pryce. "Con suerte, será en Dallas".