Los Jets enfrentan a los Steelers hoy en el Heinz Field de Pittsburgh, estadio localizado en la confluencia de los ríos Allegheny, Monongahela y Ohio. Será la quinta final de conferencia o de Liga en la historia del club, y otra oportunidad para ganar un segundo trofeo Lombardi que acompañe el que conquistaron hace 42 años.
Promete ser un choque defensivo entre dos equipos parecidos en sus filosofías y estilo, pero con colores contrastantes, verdiblanco contra negro y dorado. A los Jets, sin embargo, les inspira más el azul y blanco, los colores de los Colts y del confeti que llovió el año pasado en el estadio Lucas Oil cuando los Jets perdieron la final de la conferencia Americana en Indianápolis.
"Me enfermó ver todo ese confeti azul y blanco caer sobre nosotros", dijo el apoyador Bryan Thomas.
"Creo que el hecho de sentir confeti con los colores de otro equipo llover sobre nuestras cabezas nos sirve de motivación", dijo el técnico Rex Ryan.
"Ves el confeti y a Peyton y todo el resto del equipo subidos en el escenario", dijo el mariscal Mark Sánchez. "Queremos estar allá arriba. No nos podemos quedar cortos esta vez".
Por supuesto, hay que hacer más que pensar en la fiesta de alguien para ganar un título de conferencia un año más tarde. Pero si hay un factor a favor de los Jets, es que regresan al escenario de una de sus victorias más impresionantes e importantes esta temporada.
Y regresan buscando revancha.
Ya los Jets se han desquitado con los Colts, eliminándolos en un partido de primera ronda hace dos semanas por 17-16. Después de ser humillados por 45-3 en diciembre, se desquitaron con los Patriots en la segunda ronda por 28-21. Ahora pueden borrar el amargo recuerdo de una derrota en muerte súbita en el Heinz Field durante la segunda ronda del 2004, encuentro que perdieron por 20-17 porque Doug O'Brien falló dos goles de campo para ganar en los últimos dos minutos de tiempo reglamentario.
Thomas dice que escuchó una reseña de la cadena ESPN sobre ese partido que informó equivocadamente que Shaun Ellis y Jerricho Cotchery eran los únicos jugadores de los Jets que quedaban de ese equipo.
"¿Quién más estaba ahí? Brandon Moore. Yo", dijo Thomas. "No quiero que me recuerden por ese partido, pero estaba ahí luchando con todo lo que tenía".
"Los teníamos en la cuerda floja", dijo Ellis aquel día en un vestuario repleto de jugadores en estado de shock. "No pudimos noquearlos".
Pero los Jets, quienes derribaron a los Steelers en el Heinz Field por 22-17 hace cinco semanas, pueden noquearlos esta noche.
Es un partido enorme tanto para los Jets como para un sinnúmero de sus jugadores, comenzando con Sánchez, que tiene la oportunidad de ser el primer mariscal en la historia en ganar cinco partidos de playoff fuera de casa, además de seguir los pasos de Joe Kapp y Jim Plunkett y convertirse en el tercer mariscal latino titular en un Súper Bowl.
Mientras tanto, con otra victoria, los Jets sumarían 14, el mayor número en una campaña, contando la postemporada.
Las esperanzas y el optimismo de los Jets se basan en varios factores: sus remontes en el cuarto tiempo o muerte súbita en Denver, Detroit y Cleveland, en casa contra Houston, y en Indianápolis en la postemporada.
Su éxito como equipo visitante. Aparte de ser los primeros en sumar cuatro victorias fuera de casa en los playoffs en dos temporadas consecutivas, tienen marca de 8-2 en el gallinero ajeno este año y de 15-6 en las dos campañas bajo el mando de Ryan.
Y Rex, el primer entrenador en la era del Súper Bowl que en su primer trabajo como director técnico hereda un club que no se había clasificado en la temporada anterior y lo lleva a la final de conferencia en sus dos primeras campañas.
Los Steelers no se quedan atrás, además de disfrutar de la ventaja de casa. Mike Tomlin es un técnico que nunca pierde la cabeza. Ben Roethlisberger, Hines Ward, Troy Polamalu y James Harrison son jugadores acostumbrados a brillar en partidos grandes. La tradición de los Steelers abarca seis victorias en el Súper Bowl.
"Tiene seis trofeos del Súper Bowl. Si los quieren poner en el campo, nos mediremos con ellos también", dijo Ryan.
¿Cuáles serán los duelos decisivos? Elige el que quieras. ¿Quién tiene la mejor línea ofensiva? ¿Y a LaDainian Tomlinson y Shonn Greene, dos corredores con piernas frescas? Los Jets. ¿La mejor defensa contra corredores rivales? ¿Y un gran cuadro de apoyadores, encabezado por James Harrison? Los Steelers. ¿Qué ataque con múltiples opciones parece estar encontrando su ritmo en el mejor momento? Los Jets. ¿Quién tiene a Troy Polamalu, el mejor profundo en la Liga? Los Steelers. ¿Quién tiene a Mike Wallace, ala que marcó 10 touchdowns este año? Los Steelers. ¿Quién tiene a Darrelle Revis, considerado el mejor esquinero de todos? Los Jets.
"Estos partidos siempre se deciden por quién ejecuta mejor", dijo Moore.
Los Steelers son un equipo veterano, con bastantes jugadores, incluyendo a Roethlisberger y a Hines Ward, que ganaron los Súper Bowls en las temporadas 2005 y 2008. Los Jets tienen al ala Santonio Holmes, que fue el más valioso en el Súper Bowl más reciente de Pittsburgh. Más veteranos como Tomlinson, Jason Taylor, Shaun Ellis y Tony Richardson que nunca han jugando en la gran final y reconocen que ésta puede ser su última gran oportunidad.
Ambos equipos están relativamente saludables. Polamalu es una incógnita porque no está 100 por ciento recuperado de su lesión del talón de Aquiles. Taylor sufrió una conmoción cerebral la semana pasada y Brad Smith se perdió el partido contra los Patriots debido a un tirón muscular, pero según Ryan, parece que ambos estarán listos el domingo. Smith tuvo una devolución de un saque para touchdown contra los Steelers en el partido de diciembre.
Ryan insiste en que su equipo está preparado y que no sufrirán un bajón tras dos victorias impresionantes contra los Colts y los Patriots.
"Les puedo asegurar que vamos a jugar bien y con todo lo que tenemos", dijo Ryan. "Sabemos lo que está en juego. Queremos una camiseta, una gorra y el trofeo. No sé qué más necesito decir".
Bueno, sí. Que guarden el confeti negro y dorado.