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Sánchez no le regala nada a los rivales, ni siguiera un bombón

Es increíble cuánto ha mejorado Mark Sánchez en un año. El mismo mariscal que lanzó 20 tiros interceptados en su primera campaña ahora no le regala nada a los rivales, ni siquiera un bombón. El lunes, pese a problemas con su puntería, cuando completó solo 21 de 44 tiros, ganó por cuarta vez en el 2010. Dirigió a los Jets a la victoria contra los Vikings a fuerza de goles de campos de Nick Folk, quien rescató al equipo las cuatro veces que ingresaron a la zona roja, o sea dentro de la yarda 20 del rival.

"Si ése fue un mal partido, entonces creo que estaremos bien", dijo Sánchez. "Si es lo peor que jugaré este año, entonces vamos por buen camino".

Ayuda tener a un pateador con sangre fría. Folk terminó con cinco goles de campo en cinco intentos, igualando la marca de club del más goles de campo en un partido sin fallar. Y fue reconocido por la Liga como el jugador de la semana de los cuadros especiales.

Pero todo comienza con el juego del mariscal. En el 2009, Sánchez tuvo cinco tiros anotadores y cinco interceptados en los primeros cinco encuentros. Tres de los tiros interceptados sucedieron en la semana cuatro, cuando los Saints, camino a su campeonato de Liga, le cortaron tres balones a Sánchez.

Mira qué contraste un año más tarde. Sánchez es el segundo mariscal en la historia de club, después de Vinny Testaverde en el 2001, en abrir una temporada sin tiros interceptados en las primeras cinco jornadas.

"Cuando por fin lo conocí, ya tenía una buena impresión de él", dijo el ala Santonio Holmes. "Y poco a poco nos hemos conocido mejor: compartiendo juntos en las sesiones de vídeo y estudio, viajando al Oeste para el minicampamento que él organizó para las alas, intentando estar en la misma onda y hablando de las cosas pequeñas que necesita hacer para continuar con su desarrollo y convertirse en un mariscal de primera y dejar que sus jugadores completen las jugadas grandes".

Los Jets, que el año pasado triunfaron a fuerza de un juego de corredores arrollador, han encontrando un equilibrio más fino esta campaña. Han corrido con el balón 163 veces y lo han lanzado 156. Holmes, que debutó el lunes tras su sanción de cuatro partidos, fue el blanco del mariscal en nueve ocasiones y acabó con tres recepciones. Es sencillamente otra arma en el arsenal potente de los Jets, uno que Sánchez ha sabido administrar con buen juicio y resultados. Mientras el ala cerrada Dustin Keller encabeza al club con 21 balones, Braylon Edwards (17), LaDainian Tomlinson (17) y Jerricho Cotchery (16) no se quedan muy atrás.

"Ahora tenemos todo tipo de opciones. Vieron en su primer partido de lo que es capaz Santonio Holmes y creo que aún no se siente cómodo, así que es ventaja para nosotros", dijo Sánchez. "Creo que soy afortunado en tener un poderoso juego de corredores y una línea ofensiva que me protege y les abre los huecos a los corredores. Tenemos la oportunidad de ganar porque tengo la oportunidad de entregarles el balón a los jugadores explosivos. Me gusta mucho jugar aquí".

Cuando no está cerca de sus compañeros de equipo, Sánchez se mantiene en contacto por medio de los textos. La separación física no es barrera para el n.º 6 verdiblanco, porque se pasa animando a su cuadro de receptores.

"La semana que Braylon tuvo sus dificultades, le decía: 'Hombre, no pierdas el enfoque. Te necesitamos en el campo de juego. Olvídate de lo demás. Cuando llegues al centro de entrenamientos, déjalo en la puerta. Cuando salgamos al campo, preocúpate en solo jugar'. Con Santonio, dije: 'Hombre, bienvenido de vuelta. Danos un show. Yo traigo las palomitas de maíz; tu me das el show. ¡Vamos!'. Cosas pequeñas como ésas, cosas que te motivan", dijo Sánchez.

Pese al hecho de que marcaron solo nueve puntos contra los Ravens en el partido de apertura, los Jets están cuartos en la Liga con promedio de 27 tantos por partido. Se enfrentan el domingo a unos Broncos que debido a las lesiones alinearan a Champ Bailey, uno de los mejores esquineros en la historia, a un lado del campo y a un montón de suplentes y caras desconocidas al otro lado. La defensa de Denver ha estado tan debilitada que permite un promedio de 23.2 puntos.

"Si cada receptor atrapa un balón más y yo mejoro un tiro más a cada uno de ellos… porque (el lunes) hubo lanzamientos que no fueron nada buenos. No fue mi mejor noche de puntería. Y todavía ganamos", dijo Sánchez. "Es algo positivo porque todos podemos mejorar. Si convertimos algunas de esas oportunidades dentro de la zona roja, seremos un equipo explosivo".

Sánchez ahora enfrenta la semana seis de la Liga, la misma en la cual el año pasado tuvo su peor partido de su joven carrera profesional, en casa contra los Bills, un encuentro en el cual los Jets perdieron en tiempo extra porque Sánchez lanzó cinco tiros interceptados. Ningún mariscal es perfecto, así que es cuestión de tiempo antes de que Sánchez cometa su primer error de la campaña actual. Pero nadie duda de que el joven ha madurado, y mucho más de lo anticipado.

"Mucho tiene que ver con las decisiones que tomas en el juego. Mucho también con tu puntería y perdí algo la semana pasada", dijo Sánchez. "Es algo que estoy constantemente trabajando y con suerte esta semana no será la semana en la cual comience a lanzar balones interceptados".

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