Llovió con tanta fuerza el domingo en el nuevo estadio de los Meadowlands, que hubiese sido fácil pensar que los Jets y los Dolphins estaban jugando en Miami durante la época de huracanes. De hecho, pareció ventaja de casa para los visitantes, porque el mariscal Mark Sánchez y el ataque verdiblanco se ahogaron en el aguacero y perdieron por 10-6.
"Desperdiciamos un partido, porque tuvimos bastantes oportunidades para ganar", afirmó Sánchez. "No pudimos capitalizar nuestras oportunidades al ataque y fue un pena, porque la defensa jugó tan bien. Todo comienza con el mariscal y en estas últimas dos semanas no he jugado como lo hice a inicio de la temporada. Necesito mejorar y todo comienza conmigo. Soy quien tiene que cambiar esto".
Un mariscal de segundo año, Sánchez completó 17 de 44 lanzamientos para 216 yardas y un tiro interceptado. En la temporada, suma 16 tiros anotadores y 12 interceptados, una relación positiva que engaña. Tras un fabuloso comienzo, Sánchez tiene solo ocho touchdowns en los últimos ocho partidos, cuando ha cometido todos sus errores de balón.
Parte del problema el domingo fueron las lesiones: el tackle derecho Damien Woody abrió el partido, pero su rodilla mala lo obligó a abandonar tras apenas dos series ofensivas. El corredor suplente Shonn Greene sufrió una lesión del cuello y se perdió la parte final del encuentro. El profundo Eric Smith sufrió otro golpe a la cabeza y tampoco acabó el partido.
Pero también quedó claro que el ataque verdiblanco ha caído en un bache profundo y preocupante. Los Jets no han marcado touchdowns en nueve cuartos consecutivos, o sea, desde el último periodo del choque contra Cincinnati el Día de Acción de Gracias. Y se comienza a notar un desequilibrio en los esquemas. El juego de corredores, que comenzó la jornada cuarto en la Liga en yardas por partido, marcó apenas 87 en 31 acarreos, obligando a Sánchez a intentar un número récord de lanzamientos por tercera vez esta temporada.
Aunque Sánchez lució mal en momentos, tirando tarde o detrás de los receptores, su línea ofensiva y sus alas también lo traicionaron. Sánchez fue víctima de seis capturas de mariscal y soltó el balón cuatro veces, perdiendo uno. [Jerricho Cotchery dejó caer par de balones y [Santonio Holmes no atajó un pase precioso y preciso al fondo de la zona de anotaciones que le pegó en el pecho y hubiese acortado el déficit a 10-7 tarde en la primera mitad.
"Nos turnamos con los errores", dijo Sánchez. "Por cada balón que soltamos, hubo tres o cuatro mal lanzados. La responsabilidad cae sobre los hombros del mariscal y tengo mucho trabajo por delante. Seré quien lo arregle".
De verdad que fue un partido raro. La defensa verdiblanca marcó tres cortes de balones y cinco capturas de mariscal mientras que limitó a los Dolphins a 131 yardas, 42 de ellas en la segunda mitad y solo 3 en el cuarto tiempo. Por otro lado, los Jets sumaron 280 yardas al ataque y tuvieron ocho minutos más de posesión. Pero como dijo Sánchez, los Jets nunca se aprovecharon de sus oportunidades, mientras que los Dolphins transformaron un tiro interceptado y un corte de balón en las primeras dos series de los Jets en 10 puntos, suficientes para asegurar su séptima victoria en 13 partidos.
El técnico Rex Ryan confesó después del partido que consideró cambiar de mariscal e insertar al veterano [Mark Brunell. No lo hizo porque reconoció que Sánchez seguía siendo su mejor opción para ganar. Sánchez agradeció la oportunidad de seguir jugando.
"Rex y yo tenemos una buena relación", dijo Sánchez. "No me preocupa la posibilidad de que me saque. Él tiene que tomar esas decisiones. Me alegra que me haya dejado en el partido. Creo que piensa que le doy la mejor oportunidad para ganar y por eso estoy jugando. Pero cuando juego como lo hice hoy, estoy seguro de que es frustrante ver ".
En solo nueve partidos, Holmes ha sido el jugador ofensivo de mayor impacto, ayudando ganar un par de partidos con jugadas grandes en los momentos decisivos. Tomará tiempo olvidar su pifia, pero el propio Holmes destacó que los problemas ofensivos del club van más allá del mariscal y las alas.
"Hay que convertir las jugadas de tercer intento. Y la defensa tiene que frenar al rival en tercer intento", dijo. "Si avanzas el balón en tercer intento, tendrás más posibilidades para marcar puntos. Pero no vas a ganar cometiendo errores de balón y obsequiándoselo al rival".
Los Jets celebraron 81 jugadas ofensivas, 25 más que los Dolphins. Pero convirtieron solo seis de 21 jugadas de tercer intento y fallaron en las tres de cuarto intento. Ahora tienen solo tres partidos para arreglar las cosas.
"Tenemos que arreglarlas pronto", dijo Cotchery, que sumó cinco recepciones para 69 yardas. "Estamos en la recta final (de la campaña) y estos son los partidos que hay que ganar. Así que, ya sea lo que sea, tenemos que arreglarlo ahora".
Los Jets tienen marca de 9-4, incluyendo 5-1 como visitante. Pero sus próximos partidos serán retos difíciles porque viajarán a las canchas de dos equipo con marcas ganadoras y defensas feroces: los Steelers (10-3) y los Bears (9-4). El último partido de Liga será en casa contra los Bills (3-10), otro rival de división capaz de sorprender a cualquiera que no lo tome en serio.
"No será nada fácil", dijo Sánchez. "Lo bueno es que todo se puede remediar. Lo malo es que nos enfrentamos a buenos equipos. Será un gran reto".