Rex Ryan y los Jets preferirían no poner nerviosos a la afición verdiblanca al final de cada partido. Pero tras otro remonte y otro final no apto para cardiacos cuando restaban 10 segundos por jugar el domingo ante los Texans, Rex recontó la conversación que tuvo luego con Woody Johnson, el dueño del club, sobre por qué cree que este partido beneficiaría a los Jets en los próximos meses.
"Acepto cualquier tipo de victoria", dijo Ryan el lunes. "Claramente, no debió haber sido un partido tan apretado, pero el hecho de que remontamos al final posiblemente ayude al equipo a largo plazo. Demostramos fortaleza mental y determinación, y nuestro joven mariscal dirigió una marcha larga cuando parecía que ya no había esperanzas, cosas que nos harán un mejor equipo".
No solo fue un remonte espectacular, sino también histórico. Fue el resurgimiento más grande de los Jets tras perder la ventaja en el cuarto tiempo. En el primer minuto del último periodo, los Jets se fueron arriba por 16 puntos, 23-7, con el tercer gol de campo de Nick Folk. Los Texans despertaron, y gracias a dos cortes de balón y una erupción ofensiva, marcaron 20 puntos consecutivos para retomar la ventaja por 27-23 restando 55 segundos.
Tras la devolución del saque, los Jets arrancaron desde su propia yarda 28 sin tiempos muertos y restando 49 segundos. La secuencia de jugadas fue breve, intensa e inolvidable:
• Un tiro de 5 yardas al corredor LaDainian Tomlinson por la banda derecha que frenó el reloj con 39 segundos por jugar.
• Otro tiro a Tomlinson por el centro que ganó 19 yardas y llevó a los Jets a la 48 de Houston.
• Un tiro picado a propósito para detener el reloj con 24 segundos.
• Un bombazo precioso y preciso de 43 yardas entre dos defensas a Braylon Edwards por la banda derecha que puso a los Jets en la 6 de Houston con 16 segundos por jugar.
• Un lanzamiento perfecto a la esquina izquierda al fondo de la zona de anotaciones a Santonio Holmes, quien estiró ambos brazos sobre la cabeza para atajar el balón y luego arrastró ambos pies dentro de la cancha para asegurar el touchdown y la victoria por 30-27.
"Les pido disculpas a todos los aficionados por causarles palpitaciones del corazón", dijo Ryan después del partido el domingo. "Pero tenemos marca de 8-2. Vamos a arreglar estos fallos. Acepto las victorias como sean. Si tengo que pedir disculpas cada semana hasta que lleguemos al Súper Bowl, lo haré con gusto".
El remonte tras perder la ventaja de 16 puntos en el último cuarto superó el récord de club. Dos veces los Jets habían ganado después de perder una ventaja de 13. El primero sucedió en 1968, el mismo año del Súper Bowl 3, cuando los Houston Oilers tomaron una ventaja de 14-13 con dos tiros anotadores de Don Trull y luego los Jets respondieron con un acarreo anotador de dos yardas de Matt Snell para triunfar por 20-14. Y el segundo se logró en el 2004 en el viejo estadio de los Meadowlands, cuando los Buffalo Bills se fueron arriba por 14-13 con dos tiros anotadores de Drew Bledsoe y los Jets ganaron por 16-14 gracias a un gol de campo de Doug Brien restando 58 segundos.
Quizá el mayor consuelo de los Jets es que no tienen tiempo para preocuparse si ganan por chamba o por perseverancia y talento. Como enfrentan a los Cincinnati Bengals en casa en el tercer y último partido de gala del Día de Acción de Gracias, la semana corta los obliga a comprimir el calendario y enfocarse de lleno en el rival.
"Esta semana se trata de tu preparación mental y tu enfoque", dijo Ryan. "Tenemos que estudiar al rival, pasar más tiempo en los salones de clase que afuera en los entrenamientos. Este equipó celebró dos partidos consecutivos de tiempo extra fuera de casa, y entonces regresó para jugar otro partido difícil en casa, y ahora tiene que jugar en un jueves por la noche. Cumpliremos con el aspecto físico del partido el jueves. Tenemos mucho que hacer por nuestra propia cuenta y en los salones de clase para asegurarnos de que estamos listos para jugar el jueves".
El domingo los Bengals malgastaron una ventaja de 28-7 en el segundo cuarto para caer vencidos en casa ante los Bills por 49-31 y sufrir su séptima derrota seguida. Pero no serán presa fácil.
"Este grupo presenta un enorme reto", aseguró Ryan. "Tienen a dos alas, un corredor y un mariscal que han jugado en el Pro Bowl (el tazón de estrellas) más a un ala cerrada grande y corpulenta. Nuestra defensa tendrá las manos llenas. Pero creo que estaremos listos para enfrentar el reto".
El gran interrogante será el factor fatiga, tanto de los Jets como de Tomlinson, un veterano en su décima campaña. Ryan rechazó las preocupaciones de la prensa.
"Me encanta la 'falta de producción' de LT las últimas semanas", dijo Ryan. "Está bien. Ha sumado más de 100 yardas ofensivas los últimos [tres] partidos. De acuerdo, su promedio por acarreo ha bajado. Pero suma más de [300] yardas ofensivas los últimos [tres] partidos. Ese tipo de rendimiento es muy aceptable".
Contra una defensa de los Texans que prefirió cerrar las pinzas el centro, Tomlinson marcó apenas 36 yardas en 12 acarreos, su peor rendimiento por tierra con los Jets. Pero mató a Houston en el juego aéreo, sumando 71 yardas en siete recepciones, un promedio fabuloso de 10.1 yardas por atrapada, su mejor producción por aire con los Jets. En total, sumó 107 yardas al ataque, su tercer partido seguido con más de 100 y el sexto de la campaña.
Mientras tanto, los espectadores han aprendido una lección dura. No pueden ignorar a los Jets. El que abandone el estadio restando un minuto lo hace a su propio riesgo. Los Jets juegan mejor con la espalda contra la pared. Sin tiempo en el reloj. Y abajo en el marcador. Igual que los jugadores, habrá que ser fuerte de corazón.